miércoles, 8 de noviembre de 2017




Mi final alternativo del relato de Abelardo Castillo "Hernán" 
por Jacinta Choque.

El día de los estudiantes, en el patio de la escuela, mis compañeros vieron a la señorita Eugenia hablar con mis padres acerca de cómo era yo, a la vez los felicitaba por el desempeño que tenía en literatura. Cada vez que ella hablaba de mí, me miraba de una forma rara. De pronto me guiñó un ojo de manera picaresca, sin temor a que mis amigos la vieran hacer esas tonterías. A tal punto me llegó a molestar mucho su forma de actuar, sin importar que la vieran.
Él pensó que debía seguirle la corriente, porque podría sospechar que algo raro pasaría si no le respondía sus insinuaciones. La apuesta seguiría adelante sin importar realizarle esta tremenda canallada a la señorita Eugenia.
Por esto, sin pensarlo, él la invitó a caminar por el Parque Sarmiento. Los amigos murmuraban burlonamente entre ellos, la pobre infeliz cayó en los brazos de Hernán. Antes de irse por completo le dice a uno que estaba por ahí:
- Prestáme las llaves del auto.
Y me fueron prestadas. Le dije que me esperara detrás del parque, porque quería invitarla a un lugar que era súper especial para mi.
-Hernán
-¿Qué quieren?-pregunté
Y me dijeron la apuesta, ojo con la apuesta, y yo les dije que sí, que si me acordaba.
Recuerdo que al salir de ahí, mi corazón estaba angustiado porque iba a destrozar los sentimientos de una persona dulce, y a la cual yo he tratado de confundir con mis acciones. Qué hacer, ahí estaba sentadita esperándome a que llegara por ella.
La invité a las sierras para que viera el atardecer, ella sabía que estaba haciendo mal, pero no le importó porque había sido feliz aunque sea un momento. La miré a los ojos, y fui sincero con la señorita Eugenia. Le conté que todo esto había sido un juego pero no sé en que momento esto cambió. Le dije que todos me veían como un héroe y un ganador. Al principio fue así pero la inocencia e ingenuidad que tenía la señorita le hizo cambiar de parecer. Le dije que la admiraba mucho porque tiene un corazón muy grande pero estaba confundido con lo que sentía.
Me acuerdo que me miró fijamente y me dio las gracias. Y sinceramente no entendía por qué, si le conté que iba a cometer la peor de las canalladas y cuando fuera al otro día todos se enterarían de que la apuesta había sido concluida.
Entonces me dijo de vuelta: "Gracias. Gracias por no romperme el corazón". Me confesó que ella también había pensado que estaba viviendo un cuento de fantasía, y que se sentía alagada porque un joven la veía como una mujer y no como todos la llamaban "la vieja".
Ella lo entendió y le dijo que mañana cuando entren al aula, él cuelgue esta bolsita como trofeo de que la apuesta había sido cumplida. Y ella pediría el traslado a otro colegio para evitar comentarios maliciosos.
Y así fue, al otro día hice lo que habíamos dicho y todos en el salón me felicitaron y pedían que contara con detalles cómo lo había pasado. Y yo respondí: "la apuesta la hice y no voy a divulgar lo que hice".

                                   FIN.....

Gracias profesora Erika por incitarme a expandir mis habilidades de redactar y buscar cómo uno puede llegar a cambiar un final muy drástico a uno no tanto.


Jacinta Choque.








Escuché a Beethoven la novena sinfonía por casi una hora .Me transportó a mi tiempo de niñez, vivíamos en el campo, con mi madre y mis hermanos salíamos a buscar leña, mi madre cantando, nosotros corríamos queriendo agarrar mariposas, saltando para atraparlas corríamos, girábamos. Había un arroyo cerca, el ruido del agua y los pájaros. ¡Que belleza haber vivido ahí!



Por Cristina Gil
















Hugo, ¿tendrá usted tiempo disponible para arreglar la canilla de mi baño, también cambiar el toma corrientes del lavarropas? Otra cosa, ¿a la luz del patio le puede poner lámpara? En fin hay mucho trabajo en mi casa, usted Hugo ¿lo puede realizar? Ah no Cristina tiene que buscar un todero!!! ¡Yo sólo soy plomero!

Por Cristina Gil








VIAJE A SALTA

Por Cristina Gil

Fui a Salta con un grupo de jubilados. En el hotel nos ubicaron dos personas por habitación, muy lindas, hasta tenía frigo bar.
Con mi compañera de habitación, nos comimos y bebimos todo. Creíamos que todo estaba incluido en el servicio de estadía, así paso con la mayoría de las compañeras de viaje.


Cuando estábamos por retirarnos, el recepcionista dijo habitación número tal, tiene que pagar tanto. Nos miramos todos y nos reímos tanto por nuestra ignorancia, así que pagamos sin decir nada...






OTRAS GREGUERÍAS

-“Cebra: Caballo hecho con cuadernos”.
-“Puercoespín: Alfiletero que camina”.
-“Pulpo: Abrazador incontrolable”
-“Calamar: Pintor repentino del mar”.
-“Serrucho: Dentadura dubitativa”.
-“Tornillo: Clavo con espiral incorporado”.
-“Cubo: Cuadrado antes de hacer dieta”.


Por Adriana Rolando








QUIÉNES SOMOS
Por Adriana Rolando

Somos un grupo de personas con diferentes capacidades y limitaciones que fuimos superando  que un día nos encontramos para hacer el taller de Aproximación a la lectura dictado por U.P.A.M.I.
Cada uno de nosotros trajo consigo su particular camino de acercamiento y comprensión de la palabra escrita.
Tuvimos  realmente la inmensa suerte de encontrar una profesora como Erika Lipcen, quien no sólo nos ofreció lecturas atrapantes y sugerentes sino que supo crear un clima de trabajo donde reina el Respecto, la Comprensión y la Colaboración para y entre nosotros.
Le debemos a ella y a su particular modo de ser el haber logrado realizar producciones individuales y grupales, algunas  presentes en este blog que ella administra.
El motivo por el cual lo hemos conseguido es que la docente ha escuchado y valorado cada una de nuestras intervenciones brindándonos aprobación y seguridad. Ello sin duda va haciendo salir lo mejor de nosotros.
Gracias por todo profesora Erika.