Yo voy a hablar del vestido de
terciopelo, pero el mío es verde. En mis años de juventud, he estudiado corte y
confección, he diseñado un montón de vestidos hermosos, pero el que recuerdo es
el vestido de terciopelo verde que le hice a mi hija para el bautismo de mi
nieta.
Al cabo de 11 años, mi segunda
nieta cumplió 8 años, le diseñe otro vestido hermoso con la misma tela que le
había hecho a mi hija. Usé ese mismo vestido y lo modifiqué agregándole algunos
detalles. Y me salió otro vestido de mangas largas con una pechera gris. Estaba
hermoso. Mi nieta se veía tan hermosa con su nuevo vestido que lo usó en su
cumpleaños. Yo pensaba que se veía tan bonita como una nena de familia
adinerada. ¿Se preguntarán por qué pienso así? Todas aquellas clientas que he
tenido siempre me solicitaban vestidos de color rojo, azules, amarillos, etc. Y
todos esos vestidos eran de terciopelo. No hace falta ser de una clase social
alta para usarlo, sino que cualquiera puede usarlo.
Hoy han pasado treinta y ocho
años desde que diseñé mi primer vestido de terciopelo verde y puedo jurar que
la tela suave y brillante sigue intacta como la primera vez que la compré.
Hoy en día mi nieta lo tiene guardado para su hija, o sea mi
bisnieta y así sucesivamente, hasta que un día sea solo un simple recuerdo.
Esta es mi historia del vestido de terciopelo verde.
Jacinta Choque